martes, 31 de mayo de 2011

El otro día, mirando blogs me topé con uno que tenía muy buena pinta y empezé a leer sus entradas. Una de ellas me encantó, hablaba de cuando una relación empieza surgir, como se van enamorando dos personas totalmente distintas. Os la pongo aquí para que podais leerla:

Se reían. Y siguen riéndose así, los dos juntos. Hablando sin saber muy bien de qué. Después deciden colgar, prometiéndose que se llamarían mañana. Es una promesa inútil, lo hubieran hecho igual.

Habían pasado horas, días, meses, años y todavía se preguntaba qué era lo que le había llevado a enamorarse de esa manera, buscaba una respuesta lógica a esta pregunta absurda hecha cada mañana. Pero en estos casos no tiene sentido preguntarse tal cosa. El amor es un sentimiento extraño, una locura que une seres que jamás pensaron estar juntos. Todo se resumía en una frase sencilla: Ella se enamoró de él y él de ella.

Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara pensaría que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que haya colgado y compruebas que lo ha hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco más de lo mismo...


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